Esta mañana cuando arreciaba la lluvia camino a la fortaleza arabe/cruzada de Nimrod en el territorio ocupado de Altos del Golan se prendió la luz del tablero del aceite. Se me paralizó el corazón imaginando cómo llamar a Hertz, la grua, el reemplazo del móvil , la lluvia, estar lejos de casa, etc. Paramos en una segunda estación de servicio (en la primera no salió nadie a socorrernos). Con Male formamos un equipo en estas emergencias donde ella se ocupa del árbol, lidera la parte operativa y yo -nervioso-, veo el bosque, la planificación, la próxima jugada, con el espacio suficiente para desmarcarme si las cosas no salen bien y pegar una voltereta que te permita caer bien parado y distribuir responsabilidades, que por supuesto, siempre me resultan ajenas. La cuestión que la señora Malena no ha venido a este viaje y Juan Bautista le escapa a los temas mecánicos, más ocupado en asuntos de otra índole.
Bloqueado, me auxilio un palestino ex mochilero por Sudamérica dueño de la estación de servicio con su empleada hija de argentinos que solo hablaba hebreo. Decían: Si llamas a Hertz, te mandan auxilio y corres el riesgo de perder el día. Si le pones aceite por tu cuenta, la compañía te hace una cuestión por ponerle un aceite que no era para Subaru y te reclama resarcimiento y menos aún te reintegra el gasto del aceite.
Llovía y estaba lejos de casa. Le rogué al palestino que decidiera, que yo estaba más nublado que el día. Repuso el aceite faltante. Que sencillo resultó. Final feliz para todos. Y Que estupidez. Male, juntos a la par next time.
Enviado desde mi iPad
Te espero para seguir caminando juntos a la par!! Muy divertida la aneda!!!
ResponderBorrarMaleeeee....volve!!! Genial el relato en territorio mas que extranjero....!
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