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sábado, 4 de marzo de 2017

Sábado 4 de Marzo. Desde Tabor hasta Jerusalén.

Nos despertamos en la cumbre del Monte Tabor con la luz natural que entraba por la ventana. Después de un abundante desayuno el GPS nos llevaría rumbo a la Iglesia de la visitación y la Iglesia de Juan Bautista en Ein Karim , muy cerca de la ciudad Santa. El viaje fue lindisimo , la geografía del país me sorprendió y las autopistas son excelentes. Entramos a Jerusalén por un barrio más judio que la menorá. Las amplias calles estaban desérticas . . . Avenidas sin ningún auto en movimiento a la vista, increíble. Me preocupé bastante cuando varias de las calles estaban cerradas y con carteles impidiendo el tránsito. A todo esto estábamos rodeados de familias enteras paseando en la calle con sus tradicionales kipá y vestiduras. Me agarro un poco de miedo por no saber demasiado lo que estaba pasando y lo que podría llegar a pasar. Entendía que era sábado y que es sagrado para los judios pero nunca me imaginé algo así. Anduvimos en auto , a escasa velocidad , durante unas cuantas cuadras y nada cambiaba. Una muchedumbre caminaba por las calles disfrutando del soleado sábado. Finalmente encontramos una calle que habían otros autos en movimiento y ahí ya me quede más tranquilo. Estacionamos el auto en un parking ( no tengo idea cuanto nos cobrara por dejar el auto una semana ) y ,después de pasar por la Casa Nova Franciscana , nos dirigimos hasta el Santo Sepulcro. Nunca me lo hubiera imaginado así. La Iglesia es un verdadero CAOS. Me costó un rato largo aclimatarme a lo que estaba viviendo. Es todo como una película. Lo que más me impresionó es como está distribuido el templo . . . Ahí va adjunta una foto. 

Se nota bastante la diferencia en los distintos lugares. A los griegos , armenios , coptos y etíopes les encanta las velitas , los incenciarios , las imágenes , las pinturas , los perfumes. Todo tiene su encanto pero cuesta un poco acostumbrarse. 

Para refugiarnos de tanto " desorden " fuimos a la capilla de la invención De la Cruz bajando por unas escaleras desde la capilla de Santa Elena. Estuvimos ahí un largo rato porque era una capilla franciscana y no había nada de gente. Ahí pudimos rezar un poquito y leer algunas cosas sobre la basílica. Habíamos estado recién arrodillados debajo del altar de la crucifixión , donde está la piedra donde estuvo clavada la Santa Cruz , entonces estábamos muy emocionados y contentos por lo que estábamos viviendo. Pasaron varios minutos y decidimos continuar nuestra visita y llegamos hasta el altar de María Magdalena de los franciscanos. Ahí estaban unos treinta monjes franciscanos y unos cuantos curas preparándose para una celebración. Nuevamente no entendía bien que estaba pasando. La basílica estaba desértica ,no estaban las ordas de turistas. La policía había puesto unas vallar alrededor de la basílica y nadie podía entrar , adentro solo quedaban los sacerdotes y religiosos . . . Y nosotros ! Eran casi las 13 horas por lo que seguramente empezarían las celebraciones de las 15 horas, hora en que el Señor expiró. La muchedumbre estaba afuera , y nosotros viendo todo desde adentro ! Increíble. La " delegación " franciscana entro primero , después los griegos ortodoxos , luego los coptos , etc. Cada uno tiene sus propias oraciones y las reza por separado. Los franciscanos entraron al templo con un despliegue emocionante , una solemnidad de lagrimas. El órgano a fondo, unos cuantos sacerdotes con los ornamentos tradicionales , los monjes , los caballeros del santo sepulcro y el arzobispo Pierbattista Pizzaballa hacían un marco de ensueño. La entrada a la Iglesia fue magnífica ! Nunca me la voy a olvidar. Las voces en alto cantando los cantos litúrgicos ( en latín ) y con una solemnidad única me hacían emocionar profundamente. Estábamos ahí gracias a la providencia, no había razón para que estemos en tan privilegiado lugar. Después de una corta peregrinación por el templo se termino el turno de los franciscanos . . . Ahora vendrían los griegos ortodoxos. También fue muy lindo pero ya no me sentía tan identificado , uno no está acostumbrado a las " formas " orientales. Así pasaron como una hora y media y seguíamos viendo como pasaban los etíopes , los sirios , los armenios , etc. Unos momentos inolvidables. 

A las 15 horas el órgano franciscano volvió a sonar con una potencia ensordecedora. Todos los ritos se superponían , pero el franciscano ( por el órgano ) , era el que predominaba. De nuevo nos encontrábamos en un lugar único. La prosecion la lideraban el grupo de monjes y más atrás venían los sacerdotes , después los caballeros del Santo Sepulcro , el arzobispo y . . . Nosotros ! Junto con unos 10 fieles más. Está peregrinación a las diferentes capillas fue de lo más emocionante de la tarde. Ahí ya teníamos un librito con los diferentes cantos y oraciones. Es muy difícil describir lo que vivimos , fue magnífico. Los cantos se entonaban con una fuerza que hacia retumbar las diferentes capillas y caminábamos con los estandartes franciscanos bien en alto , visitando los lugares santísimos. La peregrinación fue lindisima por su intimidad y su solemnidad , fue perfecto. Un mimo al alma. Cuando salimos De la Iglesia nos dimos cuenta de lo afortunados que habíamos sido . . . Los miles de turistas y peregrinos esperaban afuera contenidos por las vallas policiales. Casi nos piden un autógrafo. 

El día estaba repleto de emociones pero no iba a terminar así . . . A las 23 horas se rezarían vigilias solemnes en el Santo Sepulcro. Salimos desde la Casa Nova y doblamos en la esquina. Ahí estaban los 30 monjes franciscanos con sus clásicos hábitos y algunos con sus capas negras formándose para la procesión hasta la Iglesia. Uno de ellos , amigo nuestro, nos dio charla explicándonos un poco todo lo que había pasado en el día. Volvíamos a estar en un lugar de privilegio. Entramos a la capilla franciscana con los monjes y empezaron las oraciones. Todo en latín y cantado , con el órgano a fondo. Un esfuerzo para contener las lágrimas. El librito tenía la traducción al español y así seguíamos las oraciones. Esta experiencia también es muy difícil de describir . . . Fue único. Los franciscanos son unos capos. Hacen todo bien y en temas de liturgia son perfectos. Las vigilias solemnes duraron un poco más de una hora. Un extasis. 

Ahora es muy tarde , son las 2 20 horas y me tendría que ir a dormir. Mañana nos despertamos a las 7. Hay misa solemne a las 8 30 en el Santo Sepulcro. Una malcrianza total. 

Un saludo a todos. 

Jb. 



Juan Bautista de las Carreras


Juan Bautista de las Carreras 


Plano. .


Procesión en el Santo Sepulcro con los Franciscanos. Jerusalén.

Resulta difícil explicar lo que sucedió hoy ya que nosotros tampoco sabemos bien como fue, que ocurrió en el Santo Sepulcro.

Abandonamos la Paz del Monte Tabor a través de las rutas que eligieron JB y el GPS. Íbamos a pasar antes de desembarcar en Jerusalén por Ain Karim a visitar las iglesias de la Visitación y la de San Juan Bautista pero ahí si nos fallo el GPS, creemos que no tiene cargado un túnel de reciente inauguración. No nos hicimos mayor problema, estamos bien de tiempo y lo podemos agendar para otro día. Pasamos por un extenso barrio judio siendo Sabbath, todo cerrado, ningún auto, nada, algunos solos con su indumentaria típica descansando en la calle. Cuadras y cuadras sin cruzarnos con ningún auto. Raro. Llegamos a la puerta de Jaffa, dejamos el auto en el parking y nos instalamos en la Casa Nova Jerusalén dentro de la Old City, un gusto que queríamos darnos a pesar de haber opciones más económicas. Comimos unas sobras que teníamos y comenzamos a recorrer la ciudad vieja, bastante buena la primera impresión, bien, llevadera.

Un par de cuadras bastaron para que ingresáramos al Santo Sepulcro, con la piedra de la Unción dando la bienvenida. Bastante gente, no digo una multitud pero éramos muchos, especialmente en la holy tomb como la llaman los carteles. Nos sentamos un rato para procesar lo que veíamos, si bien sabíamos cómo podía ser, cuesta unos minutos aclimatarte. Subimos al Golgota y logramos entrar al altar de la crucifixión y al altar de la muerte de Jesus, con mucha emoción. Pero la verdad es que seguíamos algo atontados por la situación, la variedad de gente, los cinco ritos que custodian el santo Sepulcro, la forma del "templo", las velas, la decoración, el incienso, las luces y claroscuros, etc, por lo que decidimos alejarnos un poco, respirar, y visitar en los puntos E y F del plano, la capilla de Santa Elena y la capilla de la invención de la Cruz, donde felizmente no había gente ni peregrinos. Estuvimos allí un buen rato y cuando nos recuperamos de las emociones vividas, no sabíamos que nos esperaba vivir otra muy fuerte.

Sucede que el primer sábado de Cuaresma, los cinco ritos (copto, sirio, armenio, ortodoxo griego y los católicos representados por la orden franciscana, Custodia de Tierra Santa) organizan, cada uno por su cuenta, una procesión dentro del Templo, por diferenres itinerarios, ignorándose uno al otro, supongo que dentro del statu que que hace décadas rige la convivencia entre los cinco custodios.

La cuestión es que habían desalojado de gente por completo el Santo Sepulcro, solo quedaban sacerdotes, monjes o religiosos, sin curiosos ni feligreses y menos turistas. Vacío el templo de forasteros, la orden franciscana abría su celebración con todos sus monjes, sacerdotes y religiosas, incluido el arzobispo de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa. ¡Como nos gustan sus cantos en latín, música sacra! Ahí, presentes, se veían tres periodistas católicos y cuatro laicos: dos éramos JB y yo, que veníamos bajando de nuestro escondite. Las puertas del templo, cerradas, y una muchedumbre afuera, incluyendo todos los tours.

Luego de los Franciscanos siguieron de a uno los otros ritos, pero lo curioso es que no esperaban que uno terminara para comenzar el otro, sino que cada uno seguía en la suya, convirtiendo el lugar en varios espacios musicales que se superponían uno al otro. El órgano franciscano se hacía oír en el medio de ese maremagnun de música, cantos y rezos. A las 15:00 comenzó otra procesión franciscana dentro del Santo Sepulcro, las puertas permanecían bloqueadas de manera que hicimos -de vuelta- la procesión completa, por todo el templo, esta vez más largas, con velas y libro de cantos y rezos. Los otros ritos (orientales) seguían su fuesta, sin juntarse con otro, cada uno concentrado en sus alabanzas, hasta las 17:00 hora. Una auténtica Babel. Se ve que el equilibrio entre todos no está exento de tensión. Fue muy emocionante, tanto que ahora, en un rato, a las 23:40 hay una vigilia que vamos a ir (espero que no cierre la puerta de nuestro albergue). Conocimos en un ínterin, antes de la procesión, a un fraile mexicano, que fue sometido a un exhaustivo interrogatorio por parte de JB sobre cómo es eso de las otros ritos (una iglesia, día pulmones), si están asistidas por el Espíritu Santo, y que diferencias hay con la iglesia apostólica romana, la de Pedro y Roma. Quedamos en seguir la charla.

Exultantes, salimos del Santo Sepulcro en medio de las vallas que seguía conteniendo a la gente que aguardaba con paciencia su ingreso. Estoy seguro que mas de uno se preguntaba quienes éramos.

Fue una experiencia divertida, inolvidable, dedicada a Dios.





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Primeras horas en Jerusalén