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jueves, 23 de febrero de 2017

Jueves 23 de febrero. Levantar la mirada.

Juan Bautista se siente cómodo manejando el callejero de Roma con la Tablet que compró financiada con father's card (las 6 cuotas permanecen impagas!) y la verdad es que lo hace muy bien, sin llegar a la excelencia. La única vez que discrepamos, amigablemente, sobre donde estaba la chiesa de Santa María de Trastevere, JB con la tecnología se jugaba por la derecha y yo olfateando el viento nomas por la izquierda, lo resolvimos con el "pierde paga almuerzo" y desde ya que gane con amplitud: la cúpula de la iglesia estaba a la vista. Pero la tecnología tiene eso, no te permite levantar la mirada al entorno. No exagero. Cuando bajamos del tren que nos trajo de Fiumicino nos recibía un hormiguero de gente. JB ignoro mi sugerencia de primero esquivar a la gente y luego tabletear. Con el paso firme y la mirada perdida en la tablet se llevó puesto un blindex que lo tiro para atrás no menos de dos metros, tambaleando en retroceso pero logro salvar la tablet. Le llevó un par de cuadras recuperar el aire.

Pero hoy jueves se vengo. Llegando esta tarde/noche al hotel, se abrió de repente con la excusa de ir a comprar litros de coca, sin advertir que aunque estábamos a 50 metros del hotel, yo no sabia bien donde nos encontrábamos. Camine media Roma solo, perdido. Cuando volví al punto de partida, donde nos habíamos separado, levante la mirada y allí a 40 metros estaba el hotel, que ha resultado excelente!

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3 comentarios:

  1. Soy Mimi quiero ver si me deja publicar!

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  2. Qué divertida la crónica!! Me reí con Bauti rebotando en el vidrio!!
    Besos mamá

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  3. Jajaja me sorprende que el señor JB se encuentre con la mirada en un aparato electrónico, llevándose el mundo por delante. Cómo se nota que no se siente como en su casa, distinto al señor Santiago ��

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